En muchas partes del mundo, freír es una forma común de preparar alimentos tanto en casa como en establecimientos comerciales. Se sabe que esta forma de cocción está asociada a una amplia lista de efectos adversos para la salud, y una nueva investigación lo confirma.
Un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación e Información en Epidemiología de Veteranos de Massachusetts (MAVERIC, por sus siglas en inglés), encontró que los alimentos fritos y los ataques cardíacos o las enfermedades cardíacas en general están estrechamente relacionados.
Factores de riesgo
Los científicos llegaron a sus conclusiones después de monitorear los registros médicos de más de 150 mil personas, todas provenientes de la Administración de Salud de Veteranos con una edad promedio de 64 años.
Para el estudio, los investigadores enviaron un cuestionario a los participantes (90 por ciento de los cuales eran hombres) de quienes se evaluó el consumo de cualquier alimento frito. Las opciones disponibles fueron menos de una vez, entre una y tres veces y entre cuatro y seis veces a la semana.
Durante el período de seguimiento, un promedio de 3 años, hubo 6.725 eventos de cardiopatía coronaria entre los participantes: el 4,35 por ciento del total.
Luego de tener en cuenta otras incidencias que condicionan la posibilidad de una enfermedad coronaria, como fumar, el consumo excesivo de alcohol, el sobrepeso, la educación, actividad física y sexo, se descubrió que las personas que comían alimentos fritos de una a tres veces por semana tenían un riesgo 7 por ciento mayor de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, en comparación con aquellos que comían alimentos fritos menos de una vez por semana.
Mucha grasa y calorías adicionales
Para aquellos que comían alimentos fritos a diario, el riesgo aumentó a un 14 por ciento más. Los porcentajes crecientes indican una relación clara entre la dosis y el aumento del riesgo.
Según los científicos, los alimentos fritos son peligrosos para el corazón porque durante el proceso de cocción se liberan sustancias (aldehídos) que inducen un aumento de la presión arterial y una reducción del colesterol bueno, sin mencionar que son ricos en grasa y pueden favorecer la acumulación de placas en arterias, que es un desencadenante de eventos cardiovasculares como ataques al corazón.
Si bien el diseño del estudio no deja claro qué tipos de alimentos fritos comían las personas, lo que puede hacer una diferencia, en general, los alimentos fritos no son saludables porque la fritura agrega mucha grasa y calorías adicionales.
También puede influir cómo se fríen los alimentos. Los investigadores señalan que si el aceite está frío al momento de colocar los alimentos a cocinar, absorberán más aceite antes de que estén listos.
Referencia: Fried food consumption and risk of coronary artery disease: The Million Veteran Program. Clinical Nutrition, 2019. https://doi.org/10.1016/j.clnu.2019.05.008