Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.

Huyo un día, y ella no desistía, dos días y nada…En el tercer
día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

– ¿Puedo hacerte una pregunta?
– No he tenido este precedente con nadie, pero como te
voy a devorar, puedes preguntar…
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No
– ¿Yo te hice algún mal?
– No
– Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
– Porque no soporto verte brillar…

Esta última frase nos invita a pensar en la razón por la que muchos de nosotros nos hemos preguntado ¿Porqué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?…sencillo, porque no soportan verte brillar.

La envidia es el peor sentimiento que puede sentir el ser humano. Es bueno recordar que aunque nos hieran, no podrán tocarnos, porque nuestra luz seguirá intacta, nuestra esencia seguirá por siempre, pase lo que pase.

«Siempre le viene bien al hombre un poco de oposición. Las cometas se levantan contra el viento, no a favor de él».