AUTOR: Antrop. Daniel X. Calva Nagua, Prof.
En el mundo académico la ciencia y la investigación científica, han ocupado lugares ponderados, en Ecuador nuestro país, las universidades pretenden hacer ciencia y no simplemente limitarse a brevetar títulos. La finalidad que persigue este breve artículo, es indagar en este asunto de la ciencia y la investigación científica. Ante todo debemos definir qué es la ciencia, pues según la Real Academia Española, ‘ciencia’ es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. Démonos cuenta que la ciencia es quien nos ilumina por el sendero de la sabiduría.
En cuanto a ‘investigación’, el Fil. Mario Tamayo sostiene que es un proceso por el cual se procura obtener información relevante y fidedigna para entender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento. Lo que podemos decir hasta aquí, es que la investigación es un instrumento para enriquecer a la ciencia. Mientras más perfeccionemos nuestros métodos y técnicas de investigación, podremos abordar de mejor forma los fenómenos o hechos que estudiemos; es así como al revisar la historia de occidente, nos damos cuenta que en la Edad Media no se hacía -Ciencia- sino solamente -Teología-, ese oscurantismo medieval retrasó casi 1000 años el progreso humano.
En Ecuador varias universidades han descuidado la investigación científica, sin embargo, con la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) se pretendió dar un nuevo rumbo a la academia ecuatoriana, según la LOES en el Art. 13 literal a) “Garantizar el derecho a la educación superior mediante la docencia, la investigación y su vinculación con la sociedad, y asegurar crecientes niveles de calidad, excelencia académica y pertinencia”. Situación que aún no se cumple del todo. La investigadora Alina Plomé sostiene que la investigación debe realizar dos tareas fundamentales: 1) producir conocimiento y teorías (investigación pura), y 2) resolver problemas prácticos (investigación aplicada).
Es allí en donde entran vuestros estudiantes universitarios, pues al elaborar el famoso “artículo de titulación”, se debe proponer soluciones aplicadas. Personalmente, pienso que la educación primaria y secundaria del país se debería potenciar la ‘curiosidad científica’; y es que un científico es un individuo que posee el famoso “bicho de la duda”. Asimismo, aquí juega un rol muy importante el apoyo familiar, ya que como decía el prestigioso Soc. Pierre Bourdieu: “los padres deben dejar un buen capital cultural a sus hijos”. Y ese capital cultural es: la educación.
En conclusión, la ciencia y la investigación van de la mano, pues para llegar a la verdadera ciencia se necesita investigar dejando de lado el misticismo y la mediocridad. En Ecuador existen buenas iniciativas para acatar la orden de la LOES en las universidades, pero seamos honestos, en 2020 todavía vemos que la SENESCYT, el Consejo de Educación Superior (CES) y el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES) nos han dejado un muy mal sabor de boca.